Tras la publicación de su nuevo disco «Psiconáutica», Linda Guilala tenían pendiente una presentación oficial en directo… Y lo petaron en Vigo.
Justo una semana después de la publicación de “Psiconáutica” (Elefant, 2016) -sucesor de su lejano debut en largo, “Bucles Infinitos” (Elefant, 2009)-, Linda Guilala se disponían a presentarlo en directo por primera vez en una cita que desprendía aire de gran acontecimiento: jugaban en casa y había expectación por catar en vivo las excelencias shoegaze / noise/ dream pop de su segundo álbum. Por eso no extrañaba el buen ambiente que ya se respiraba en la viguesa La Fábrica de Chocolate durante los momentos previos a su salida al escenario.
Pero, antes, había que abrir de par en par las orejas para dejarse llevar por la (agradable) sorpresa de la noche: Visceral Eyes, joven dúo de Pontevedra que ejerció de perfecto telonero por su lograda interpretación del pop ensoñador a lo Cocteau Twins y el shoegaze canónico de la escuela My Bloody Valentine. De hecho, su alta fidelidad a ambas referencias hacía pensar que habían llegado directamente de la Gran Bretaña alternativa de la primera mitad de los 90.
Armada con guitarra y bajo y apoyada en baterías pregrabadas, la pareja se bastó para erigir un poderoso muro de sonido adornado con pinceladas dark wave y salpicado de flanger, reverb, feedback y largos desarrollos eléctricos. La voz de M. Vázquez luchaba por sobresalir entre tal marasmo sónico, mientras R. Polo daba sentido melódico al conjunto con su enérgica guitarra. Inevitablemente, su despliegue rozaba en determinados momentos el ejercicio de estilo marcado por sus evidentes influencias, pero su ejecución era tan eficaz que esa reflexión se hacía añicos con cada oleada de distorsión. Visceral Eyes fueron todo un hallazgo, por lo que habrá que seguirles la pista obligatoriamente.
Linda Guilala no tardaron demasiado en crear un torbellino noise de aspecto apabullante que centrifugaba las palabras emitidas por Eva para desgranar temas antiguos…
De Linda Guilala no había nada que descubrir a estas alturas, sino comprobar cómo trasladarían a las tablas “Psiconáutica” con la novedad añadida del estreno con Eva e Iván de Óscar Vilariño (Musel, A Veces Ciclón) a las seis cuerdas. Un refuerzo que aplicó alto voltaje a la estructura del concierto planteada por Linda Guilala según el continuum casi non-stop sobre el que fluye el disco, aunque después de varias canciones ese plan se frustró debido a cierto fallo técnico con las bases lanzadas desde el portátil.
Esa, sin embargo, fue una mínima anécdota en medio de la tela de araña sonora tejida por el trío mediante electricidad (procedente de la guitarra o del sinte) sostenida y constante en la que se insertó no sólo el repertorio salido de “Psiconáutica”, sino también el de parte de “Xeristar” (Elefant, 2014). Se completaba así el círculo abierto en aquel mini-LP y culminado en su nuevo álbum.
Tras la correspondiente intro, Linda Guilala no tardaron demasiado en crear un torbellino noise de aspecto apabullante que centrifugaba las palabras emitidas por Eva para desgranar temas antiguos (“Chicas Guapas (que Van a Trabajar en Moto)”, “Lo Siento Mucho”, “Verano”) y piezas recientes que guiaban al resto a través de la montaña rusa eléctrica y sensitiva por la que se desliza “Psiconáutica”: “La Última Vez (1ª Recidiva)”, “Cosas Nuevas”, “Monstruo” o “Accidente”, con Óscar exprimiendo su guitarra a base de trémolo, Eva dando profundidad a cada tema con el sintetizador e Iván vaciándose con las baquetas.
El final de esta tormenta que introdujo en los pabellones auditivos un dulce zumbido que tardó algunas horas en desaparecer, consumado con una agitada y estirada en progresión infinita “Abstinencia”, certificó el propósito del grupo de amplificar y llevar su discurso al límite de la saturación manejando hábilmente todos los resortes del shoegaze-pop.
Si en formato disco Linda Guilala estimulan la mente con un sonido sinuoso y dan punzadas al alma con letras emocionalmente quebradizas, en su directo en Vigo sacudieron los oídos y golpearon las entrañas gracias a un set compacto y contundente. Avisados quedan para los siguientes conciertos de la gira de “Psiconáutica”. [Fotos: Iria Muiños]