«Cero K», el nuevo libro de Don DeLillo, está lleno de gente que decide congelar su cuerpo a la espera de una curación para su enfermedad terminal.
Sabes que te encuentras delante de un autor imprescindible cuando el discurso de sus libros es capaz no sólo de renovarse generación tras generación, sino que incluso los antiguos trabajos liberan nuevos significados al enmarcarse en los nuevos tiempos. Don DeLillo es un autor imprescindible. Y lo es no sólo porque su carrera esté trufada de libros imprescindibles como «Libra«, «Ruido de Fondo» o «Submundo«, sino porque todavía es capaz de conseguir nuevos lectores de edades realmente jóvenes con jugadas tan sublimes como la adaptación de su libro «Cosmopolis» en una película dirigida por David Cronenberg y protagonizada por Robert Pattinson.
Nuevos y viejos lectores, sin embargo, ya tienen un nuevo motivo para la fascinación con «Cero K«, el nuevo libro de Don DeLillo que acaba de ser publicado en nuestro país de la mano de Seix Barral (que, al fin y al cabo, es la editorial que ha publicado en nuestro mercado todos los trabajos del escritor). En el manuscrito conviven, como no podía ser de otra forma, algunas de las grandes constantes vitales de la literatura de DeLillo: la tecnología, el terrorismo, el arte, la identidad o esa eterna pulsión por desaparecer que existe en el interior de todo ser humano.
Esta vez, estas constantes se despliegan en «Cero K» a través de la relación entre Jeffrey Lockhart y su padre Ross, inversor principal de un centro especializado en una práctica futurista y presuntamente visionaria: las personas con enfermedades terminales sin cura acuden a este centro para ser congeladas hasta que se encuentre una solución para su dolencia. La mujer de Ross es una de las pacientes de este lugar, pero la guerra se desatará entre Jeffrey y su padre cuando el primero decida ser congelado sin estar enfermo ni nada parecido. Una reflexión sobre la vida y la muerte como sólo Don DeLillo sabe poner sobre el papel en blanco.
Más información en la web de Seix Barral. Lee aquí el primer capítulo de «Cero K».