SEEING HANDS
¿Qué hace una banda de Newcastle publicando en Discos de Kirlian? Pues es lo que ocurre cuando una de tus claras referencias es ni más ni menos que The Smiths.
Kev Curran, como muchos chicos de Inglaterra en general y de Newcastle en particular, consiguió su primera guitarra en su adolescencia e inmediatamente le entró el gusanillo de escribir sus propias canciones. Así dio sus pasos iniciales como músico y compositor y sembró el terreno para que, años después, en el verano de 2015, comenzara a hacer grabaciones caseras con Nick Hodgson (guitarra), junto al cual sentó las bases de lo que sería Seeing Hands, grupo que tomó forma definitivamente con la incorporación de Jon Varty (bajo) y Liam Guillan (batería). Tal como marcan los cánones de la verdadera independencia, el cuarteto creó sus primeras maquetas y ofreció conciertos en pequeños locales con los que se dio a conocer en el circuito musical geordie.
Es decir, que la biografía de Seeing Hands se puede calificar como prototípica. Pero ni falta que hacía que fuera distinta, porque con lo que hay que quedarse de este grupo es con su jangle-pop ensoñador, adornado con pinceladas shoegaze y destellos psicodélicos y ejecutado con ánimo nostálgico. Desde la salida de su single de debut, “Treat You Right”, en el arranque de 2016, se volvió recurrente meter a Seeing Hands en el saco de Wild Nothing, Beach Fossils, Real Estate o Ducktails, una analogía que no es posible negar si se revisa el puñado de sencillos que jalonan su discografía.
El valor de las canciones de Seeing Hands atrajo la atención de un sello de olfato infalible: Discos de Kirlian, que decidió lanzar en edición limitada a 150 copias el mini-LP homónimo “Seeing Hands” (Discos de Kirlian, 2018), que recopila los sencillos digitales de la banda e incluye dos cortes inéditos, “Colours” y “Sorry”. Su contenido no deja lugar a dudas sobre que Seeing Hands encajan como anillo al dedo en Discos de Kirlian gracias a su afiliación a la escuela Captured Tracks y su inevitable nexo con The Smiths (las mentadas “Colours” y “Sorry”) y a su indie-pop de melodías cuasi perfectas y acabado lo-fi (“It’s True”). En “Seeing Hands”, los acordes de guitarra suenan como un pellizco en el corazón y las canciones se sienten como suaves y cálidos soplos en los oídos. [Más información en el Facwebook de Seeing Hands]