¿Últimamente no hay nueva música que te apasione? Te presentamos a tus cuatro nuevas bandas favoritas: boy pablo, Pizzagirl, Fontaines D.C. y Seeing Hands.
BOY PABLO
Cualquiera podría pensar boy pablo alcanzó la fama con el temazo «everytime» porque lo decidió el algoritmo de YouTube… Pero no. Ni mucho menos.
La relación musical en el plano alternativo entre Chile y España se ha estrechado los últimos tiempos gracias al establecimiento en Valencia de Soledad Vélez y en Barcelona de Jossip y Brian (The Zephyr Bones) y Sebastián Lozano (Bruises). En cierto modo, resulta natural que exista ese puente artístico entre ambos países. No tanto cuando esa conexión se produce con Noruega. Aunque en el caso de Nicolás Pablo Muñoz hay que introducir un matiz: él no emigró allí, sino sus padres, que lo trajeron a este mundo en Bergen. ¿Y qué hace un chico de origen chileno en una fría ciudad nórdica? Desechada la idea de dedicarse al fútbol para, algún día, emular a los ídolos balompédicos andinos -por algo Nicolás suele lucir una camiseta de la Roja con el 9 de Iván Zamorano-, se centró en su gran vocación y pasión: la música, que cultivó académicamente hasta que fundó a finales de 2015 su propia banda indie-pop-rock bautizada como boy pablo.
Aunque, en esencia, boy pablo es el proyecto individual de Nicolás, lo arropan en directo Gabriel Muñoz (uno de sus hermanos) a la guitarra, Fredrik Åmdal al bajo, Erik Tryland al teclado y Sigmund Vestrheim a la batería. Sus primeros sencillos vieron la luz en 2016, “Flowers” y “Beach House Interlude”, que anticiparon la llegada en mayo de 2017 de su EP de debut, “ROY PABLO” (777 Records, 2017). Y, con él, la historia de boy pablo vivió su gran punto de inflexión: su single de cabecera, “everytime”, logró aquel año convertirse en un fenómeno viral por obra y gracia de los algoritmos de YouTube -que lo situaron como uno de los temas que había que escuchar obligatoriamente- y de un videoclip que encandiló por su inocencia juvenil, su espíritu desenfadado y su encanto de andar por casa.
Con menos de 20 años, Nicolás había conseguido -sin proponérselo- que el nombre de boy pablo subiera como la espuma, lo que le condujo a hacer durante los meses iniciales de 2018 una gira internacional por diferentes puntos de Europa e incluso diese el salto en verano a Estados Unidos y, después, a Asia. Entre medias, el segundo EP de boy pablo, “Soy Pablo” (U OK?, 2018), supuso su absoluta confirmación y provocó que se agrandaran las comparaciones con músicos afines estilísticamente como Mac DeMarco, Gus Dapperton y Rex Orange County (aunque, en realidad, sus gustos personales tiran hacia el hip hop o el punk-pop que devoraba en su adolescencia), a cuyas similitudes Nicolás añadía unas gotas de Phoenix en el tratamiento de las guitarras y la influencia confesa de su compatriota Sondre Lerche a la hora de modelar las melodías que alimentan un refrescante sonido a medio camino entre el slacker y el jangle pop.
Esta es la fórmula primordial a partir de la cual Nicolás relata las típicas tribulaciones de un joven que piensa en el amor, la amistad y, básicamente, la vida misma y que trasladará próximamente a festivales tan importantes como Primavera Sound o Paredes de Coura. La figura de boy pablo continúa en plena ascensión sin necesidad de que la impulse otro algoritmo… [Más información en el Facebook de boy pablo]